No quiere engañar ni engañarse. Vida y pensamiento aparecen entrelazados en el filósofo de la verdad. Empapado de la cultura de su tiempo, predominantemente literaria y fundada sobre el estudio de la retórica y la filosofía presente en los autores clásicos, San Agustín reinterpreta y amplía la búsqueda de la verdad al campo de la sabiduría cristiana.
Agustín, al comenzar a escuchar sus sermones, cambió la opinión que tenía acerca de la Iglesia, de la fe, y de la imagen de Dios. ... Dios nos quiere y busca nuestra conversión.