En definitiva, la ira es una reacción ante un estímulo o una situación que nos causa molestia, y no nos exime del amor, sin embargo, las raíces del odio son mucho más profundas y difíciles de tratar, muchas veces porque ni siquiera la persona que odia es consciente de la magnitud de dicho sentimiento.
La Mente Dormida: AMOR-ODIO (II): El siguiente texto está extraído de la magnífica conferencia de mi admirado profesor y amigo F.Martínez Pardo, titulada "LA MA...